Tlacolulokos es un colectivo de artistas urbanos oaxaqueños que está rompiendo paradigmas al mostrarnos otra cara de los pueblos indígenas.
Originarios de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca sus obras se caracterizan por mezclar la cultura tradicional con elementos actuales y de protesta social. Dejando atrás la percepción pasiva y «atrasada» de estas comunidades.
Mujeres, niños y niñas zapotecas, tehuanas tatuadas, con piercings y gafas oscuras, tomándose selifies revela a nuestras raíces indígenas rebeldes y modernizadas.
Su obra se basa en el stencil de colores ocres, sobre fondos fríos con azules, grises, negros y rojos es su sello visual.
El colectivo de Tlacolulokos está conformado por Darío Canul (1984), Cosijoesa Cernas (1992) y Eleazar Machucho (1993), quienes trabajan en una visión autocrítica de la identidad y la tradición desde el interior de una comunidad zapoteca.
Su formación es autodidacta, el colectivo fue creado después de ser parte del programa de estudio de las Clínicas de Especialización en Arte Contemporáneo (CEACO) de La Curtiduría en Oaxaca.
En su trabajo también exploran soportes y técnicas que como el muralismo; el video y el sonido; la gráfica y el objeto; hasta la pintura de caballete.
El arte urbano de Tlacolulokos ha cruzado las fronteras de México con su trabajo en la Biblioteca Central de los Ángeles California, uno de los estados más chicanos de Estados Unidos, donde cerca de 250 mil personas hablan zapoteco.
Este año los muralistas fueron invitados a la Bienal Internacional de Arte Mural (BIAM4) en Lille Francia donde los mexicanos inauguraron el festival con una obra que conquistó a la gente local.
Asimismo les han reconocido su profesionalismo ya que les tomó menos de una semana terminar este mural.
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