En el muelle de Telchac Puerto Yucatán se acaba de inaugurar la estatua de Chaac, deidad maya del agua y de la lluvia reclamando su lugar como el dios de estas tierras ante la estatua de Poseidón, la deidad griega de los mares que se encuentra en Puerto Progreso del mismo estado.
La imponente figura de 5 metros fue fabricada en fibra de vidrio por Arte Creativo y se colocó en el malecón y no dentro del mar, como la estatua del dios griego.
Necesité 8 cámaras, 72 hrs sin comer, ni tomar agua ni ir al baño, 5 baterías portátiles para mi cel, 18 baterías de repuesto para las cámaras y tuve que amarrar a 6 Yucatecos que querían tumbar a Poseidón para lograr esta foto del Huracán Beryl, regálenme aunque sea un RT. pic.twitter.com/iPeHC6SxVF
— @LuisValLe (@LuisValLe_A) July 6, 2024
Durante el evento de develación, el presidente municipal de Telchac Puerto, Alfredo Marrufo comentó sobre la figura:
“será competencia a la de la imagen de Poseidón y que se hizo todavía más popular tras el paso de Beryl en Yucatán”. El evento reunió a los habitantes de esta comunidad pesquera de Yucatán.
“La llegada de Chaac a nuestro muelle no solo responde a la controversia, sino que también es un recordatorio de la riqueza cultural de Yucatán. Este dios es parte de nuestra historia y tradición, y es un honor tenerlo cuidando nuestras aguas”, afirmaron los pobladores.
Recordemos que en el mes de julio comenzó la controversia por la estatua de Poseidón en tierras mayas lejos de su lugar de origen, durante la temporada de lluvias y el paso de la tormenta tropical “Beryl” lo que provocó inundaciones en el estado, y se relacionó con que Chaac, dios maya de la lluvia había desatado el mal tiempo por la figura del dios griego Poseidón, colocada en Progreso.
Mientras tanto en Grecia 😳#poseidón#Chaac pic.twitter.com/JMCFCOyU9J
— Lycaon ࿓ (@Lycaones) July 4, 2024
Chaac
La cultura nombraba a su deidad del agua y lluvia como Chaac (del maya yucateco: Cháak ‘lluvia’), quien era invocado para obtener abundancia en las cosechas.
A diferencia de Tláloc que siempre era representado con visores redondos, la característica de esta deidad maya era una larga trompa inclinada hacia arriba. En ocasiones en su mano sostiene su hacha con la que provocaba los truenos en el cielo; a veces lleva una antorcha, símbolo de la sequía, ya que de él dependía que lloviera o no, o bien, vacía agua de una vasija.
Habitaba en cuevas y cenotes sagrados, los cuales eran portales a Xibalbá o inframundo maya.
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