Mixcóatl, «Serpiente de las nubes» era la deidad de la caza y estaba relacionado a la vía láctea, las estrellas y los cielos; tuvo gran importancia en las culturas madres como la Tolteca y su creencia prevaleció hasta los mexicas.
Inclusive la mitología lo señala como el padre de Quetzalcóatl; y como a su hijo también se le relaciona con un hombre de carne y hueso que fue un cazador y líder guerrero quien por sus logros fue deificado por los pueblos tolteca-chichimecas del centro de México.
Así como Huitzilopochtli guió al pueblo Mexica a la tierra prometida para fundar su ciudad, Mixcoatl guió al pueblo Chichimec a Tlaxcala. «Una de las pocas ciudades-estado que se resistió a la conquista azteca, Tlaxcala finalmente se puso del lado de los conquistadores españoles contra el Imperio Azteca.«
El cazador y la vía láctea
Los antiguos mexicanos imaginaban la Vía Láctea en el cielo nocturno como una gran serpiente de las nubes y es eso lo que significa el nombre de Mixcóatl, el padre de las constelaciones del sur y de la «Serpiente emplumada».
En la cosmovisión su ascendencia son los señores creadores primordiales Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl en algunas tradiciones; en otras, era hijo de la diosa de la tierra Itzpapalotl («Mariposa de obsidiana») mientras que su esposa era Coatlicue («Falda de serpiente») la diosa madre de la tierra.
Como jerarca supremo de los cielos Mixcoatl era considerado el padre del Centzón Huitznahua, los 400 hijos que representan las estrellas del sur. Los hermanos eran liderados por una hermana soltera llamada Coyolxauhqui, guerrera que se convertiría en la luna.
También por advocación de dios cazador al transformarse en ciervo y se enamoró de la gran cazadora Chimalman o la diosa de la tierra Cihuacóatl, y de esta relación nació Quetzalcóatl.
Recordemos que la caza era una actividad muy importante para los pueblos originarios por lo que Mixcóatl era el dios patrono o principal de los chichimecas y muchos otros pueblos afirmaban descender de la pareja, así como los otomíes del centro de México. Otro nombre con el que se le conocía era Camaxtl, quien era especialmente venerado en Huejotzingo y Tlaxcala.
Después, los mexicas fueron sustituyendo su culto por el de Huitzilopochtli, señor del sol y la guerra, pero también se le asociaba a el gran señor Tezcatlipoca el Rojo, espejo de obsidiana omnipresente al que nada se le puede esconder porque desentrañaba los deseos más profundos del alma.
En una tradición, Tezcatlipoca se transformó en Mixcóatl y luego inventó el taladro de fuego o Amamalócotl el cual se usaba para hacer fuego y así beneficiar a la sociedad.
En una de esas historias, Tezcatlipoca, en la forma de Mixcóatl, fue responsable de dar fuego a los humanos. Hizo girar los cielos alrededor de sus hachas, inventando el simulacro de incendio. También puede haber sido el primero en crear fuego golpeando el pedernal.
Cuando los cielos fueron girados para crear fuego, se creó una forma de remolino que duró el resto del tiempo. Mixcóatl se convirtió en el dios de la Vía Láctea porque él, o Tezcatlipoca en su forma, era responsable de sus distintivos remolinos.
Según algunos mitos, él, u otro dios en su apariencia, creó la Vía Láctea usando los cielos como un simulacro de incendio. También fue el padre de 800 hijos que se convirtieron en las estrellas del cielo nocturno después de sus muertes.
Por último, Mixcóatl también estaba relacionado con el rayo, el trueno y la dirección norte.
Fiestas y cultos
Cuando se celebraban las festividades de cacerías Camaxtl era adorado por sus fieles, esto ocurría en el mes azteca 14º Quecholli (un tipo de ave) en el monte Zacatepetl.
Estos días los cazadores ataviaban con la vestimenta del dios, haciendo flechas y encendían fuegos rituales para conmemorarlo, mientras que las mujeres llevaban a sus hijos pequeños a bailar con las sacerdotisas de Mixcóatl, a quienes les regalaban pasteles.
Por otro lado como lo describe el historiador M. E. Miller:
«Un hombre y una mujer fueron sacrificados a Mixcóatl en su templo. La víctima femenina era sacrificada como un animal salvaje; se le golpeaba la cabeza contra una roca hasta que quedaba medio inconsciente; entonces se la degollaba y decapitaba. La víctima masculina mostraba la cabeza a la multitud reunida y luego era sacrificada por extrusión del corazón. «
Otra fecha importante para el señor cazador en el quinto mes de Toxcatl («Sequía») en estas fiestas se hacían rondas de cacerías de animales y una escenificación de prisioneros de guerra vestidos de ciervos, también se daba un gran festín.
Mixcóatl y la cultura madre
La civilización tolteca se considera la predecesora de las grandes culturas que después le precedieron como la mexica, su pueblo tuvo su época de esplendor entre el siglo X y mediados del XII d. C. en el centro de México .
De acuerdo a los relatos, su jefe Ce Tecpatl Mixcóatl («Serpiente de la nube de un pedernal») los guió desde los desiertos del noroeste hasta Culhuacán, en el Valle de México.
Mural ubicado en el Palacio de Gobierno de #Tlaxcala, donde aparece Camaxtli, la deidad tutelar de las 4 cabeceras de los tlaxcaltecas. Esta deidad estaba asociada con la cacería y la guerra. Fue pintado por Desiderio Hernández Xochitiotzin entre 1957 y 1966.Foto: Enrique Ortiz.
Varias leyendas describen cómo quedó encinta Chimalma, una de ellas nos dice que Mixcóatl, dios de la caza y de la guerra, vio a Chimalma mientras cazaba en el valle de Morelos y se enamoró de ella. Al fracasar sus intentos de cortejo, se enfadó y le disparó cinco flechas, que capturó con sus manos desnudas, por lo que recibió el nombre «mano-escudo».
Posteriormente se casaron, pero no pudieron concebir un hijo. Un día un sacerdote le dijo a Chimalma que se tragara una pequeña piedra preciosa, tras lo cual quedó embarazada. Esto enfureció a Tezcatlipoca, por lo que persuadió a otros para matar a Mixcóatl. Chimalma huyó a su tierra natal, Tepoztlán, y murió dando a luz a su hijo Topiltzin, que nació el día 1 de la Caña, o bien en el 935 o en el 947 d. C. quien posteriormente descubriría su identidad como Quetzalcóatl, enviado para ayudar a la civilización tolteca para consolidar y expandir el imperio tolteca-chichimeca con su impresionante capital en Tollan.
Representaciones
En objetos de caza a Mixcóatl se le puede ver con una máscara con colmillos, orejeras en forma de pezuñas de ciervo y un tocado de plumas de águila mientras lucha contra una serpiente de cascabel o con un jaguar.
También se le representa en códices con pintura corporal de rayas rojas y blancas, una antifaz negro en la parte superior del rostro y plumas de águila.
También puede tener estrellas en la cara como otras deidades de estrellas. Suele portar atavíos y objetos de cazadores como un arco, un manojo de flechas y una red o cesta. Llevaba Amhimitl, el dardo que usaba en su papel de cazador.