Se han descubierto vestigios de un calpulli mexica a escasos metros de la Plaza Pino Suárez de la Ciudad de México, durante trabajos de rehabilitación de la zona.
“Debieron corresponder al tercer cuerpo de un basamento sobre el que desplantaban habitaciones destinadas, posiblemente, a cuestiones administrativas o religiosas por parte de la élite de ese barrio”, comentó Donají Montero del INAH.
“Había pocas expectativas de encontrar elementos arquitectónicos prehispánicos, por el contrario, pensábamos hallar más evidencias de la época colonial”, abundó la arqueóloga.
Al abrirse dos calas, a unos 35 metros al noreste del Templo de Ehécatl (localizado dentro de la estación Pino Suárez del Metro), se encontraron, en la primera, un muro de aproximadamente siete metros de largo que corre dirección este-oeste, y una sección más del muro de 1.20 metros de longitud que va en sentido norte-sur, alcanzando 1.70 metros en su punto más alto.
Sobresalen unos 25 metros cuadrados con aplanados originales en piso y muros, y a decir de la arqueóloga debieron corresponder al tercer cuerpo de un basamento con habitaciones destinadas, posiblemente, a cuestiones administrativas o religiosas por parte de la élite del barrio de Cuezcontitlan.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el descubrimiento en su cuenta de twitter en un video donde se hace un recorrido por la zona y se muestran secciones de piedra que podrían integrar basamentos de hasta cuatro metros de altura del ‘calpulli’.
Además, se encontraron fragmentos de cerámica azteca que correspondería a la época III y IV de dicha cultura, por lo que se infiere que el edificio “estuvo activo a lo largo del siglo (1430-1521 d.C.), el de mayor expansión militar y comercial del imperio mexica”, puntualizó la investigadora.
De acuerdo con el INAH, ese calpulli era estratégico, pues permitía una eficaz distribución de productos agrícolas en las parcialidades de Teopan (también llamado Zoquipan (o Xochimilca) y Moyotlan.
Según el instituto, una vez recuperada la mayor cantidad de información y registro de vestigios identificados, los restos arquitectónicos prehispánicos quedarán debidamente protegidos para permitir la continuidad del proyecto de rehabilitación de la plaza Pino Suárez, y no quedará mobiliario urbano que los pueda afectar”.
¿Qué es un calpulli?
Calpulli viene del náhuatl “casa de gran tamaño”. Se trataba del territorio que correspondía a un grupo familiar o clan, integrado por descendientes de un antepasado en común, de igual linaje.
Cada “calpulli” era autosuficiente con labores comunitarias. Esto quiere decir que eran una unidad política, religiosa y militar, dentro de las ciudades, que se reunían en torno a un patriarca o jefe, asimismo disponían de tierras de cultivo.
Además la autoridad residía en el jefe del calpulli, un sacerdote, un consejo de ancianos, un tesorero y un pintor de libros que se encargaba de representar su historia.
Los calpullis daban lugar a tribus, cuya autoridad residía en consejos, que a su vez se subordinaban a un jefe de Estado o Emperador, llamado hueytlatoani, dueño de todo el poder de Tenochtitlán.
Por otro lado cada “calpulli” debía tributar para el Estado, debiendo entregar mercancías al recaudador, llamado teteucin.
En general, cada calpuli tenía un rubro específico de explotación económica, a la manera de un gremio, con especialización laboral, según las necesidades del conjunto.
En Tenochtitlán, su capital, desde su fundación, se dividió el terreno en cuatro zonas, donde se dispusieron cuatro barrios de acuerdo a los cuatro rumbos del universo, y que se llamaron, Cueopopan, Moyotlan, Atzacoalco y Zoquiapan.
Dentro de esos barrios se establecieron los “calpullis”, cinco por cada uno, conformando 20 barrios menores.