Lo que distingue a la obra de Cix es una explosión de colores psicodélicos mezclados con el mistiscismo de los símbolos mexicanos y prehispánicos que parecen salirse de las paredes donde los plasma.
Antonio Triana es originario de Oaxaca de padre Chinanteco y madre Zapoteca. Actualmente radica en la delegación Milpa Alta, de la Ciudad de México. Las culturas de sus padres fueron fuertes influencias en la obra de Cix, que desde los años 90 comenzó a rayar en las bardas de San Antonio Tecómitl.
Cix Mugre como también lo conocen, se inició en el graffiti a los 14 años cuando este arte no era tan bien visto como es ahora, pero él mismo reconoce que esto ha cambiado y ahora puede ser reconocido y vivir de su arte.
Francia, Guatemala, Salvador, Perú, Colombia, Brasil, Londres, Egipto, Belgica, Alemania y por supuesto su natal México son los países que han tenido la suerte de adornar las calles con su arte.
Aunque ha trabajado con marcas como Pepsi, Nike, Doritos, el Instituto de la Juventud o el Museo del Juguete, este artista conserva la esencia del graffiti, que es la libertad, ya que una de las condiciones para que él haga un mural es que se le dé total libertad para crear, incluso en sus trayectos en avión puede ir boceteando lo que va a plasmar y llegar a improvisar, sobre todo si es una colaboración con otro artista urbano.
La ilustración, el cartel y la pintura también son parte de su obra, pero uno de los lienzos favoritos es la piel humana, donde plasma con maestría su estilo pop psicodélico mexicano.
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