Los alebrijes, esas coloridas criaturas que combinan varios cuerpos de animales, aparecieron por primera vez en las pesadilla de Pedro Linares quien cayó gravemente enfermo pero quien regreso a la vida gracias a estos guías espirituales.
El artesano heredó el oficio de la cartonería de su padre que se dedicaba a la fabricación de judas, muñecos de cartón que representan al diablo y son quemados en el Sábado de Gloria.
Historia de los Alebrijes
Fue en 1938 que Linares cayó gravemente enfermo y no tenía los recursos para tratarse ya que vivía en extrema pobreza. Un día su cuerpo no resistió y se desmayó quedando en una especie de coma, por lo que su familia se disponía a velarle.
Mientras tanto Pedro se sumergía en los más profundo de su inconsciente donde habitaban los alebrijes:
En su sueño veía una enorme campana a lo lejos flotando a la que se dirigía la gente. De pronto, comprendió que caminaba junto a muertos ya que vio s su hermano entre la multitud, solo que él había fallecido cuando era muy joven.
De pronto el hermano de Pedro le preguntó:
—¿Y tú que haces aquí? No perteneces a este lugar. Vete por donde viniste.
—Sí me voy, nada más dime por dónde porque no sé ni cómo llegué acá, respondió el cartonero.
Al comenzar a caminar llegó a un lugar obscuro y árido, en ese momento Pedro sintió miedo y al observar entre la neblina comenzaron a salir seres extraños como en estampida que lo acechaban con una mirada demoniaca, parecían hambrientos.
De sus gargantas salía un sonido extraño que sonaba como “lebrija” o “alebrije” de una manera tan estruendosa que tuvo que salir corriendo, en ese momento despertó en su cama rodeado de su familia que lloraba su muerte.
Pedro recobró el conocimiento y con angustia contó a sus hermanas y amigos de los alebrijes que había visto: un burro con alas y lengua de fuego, una serpiente con patas de gallo y pelo en vez de escamas, un león con cabeza de perro y cola de dragón.
A pesar de la alegría que tenía su familia, nadie lo comprendió, por lo que tuvo la necesidad de expresarse a través de la cartonería.
Homenaje en vida
Con el paso del tiempo su trabajo fue reconocido por figuras como Frida Kahlo y Diego Rivera con quienes trabajó, además contó con reconocimiento del extranjero, incluso antes de morir, en 1990, se le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
Aún hoy en día puedes visitar el taller de Pedro Linares ubicado detrás del Mercado de Sonora, en la colonia Merced Balbuena desde hace más de 70 años.
Así se vivió el Desfile de Alebrijes en la CDMX 🐉 pic.twitter.com/yL0fLHmjBj
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Así se vivió el Desfile de Alebrijes en la CDMX este fin de semana 🐉 pic.twitter.com/wexYzzdPNa
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