Su nombre es David Piñón Hernández pero firma sus obras bajo el nombre de Seher One. Este artista mexicano comenzó a pintar muros a las edad de 16 años en su barrio de Iztapalapa rodeado de graffitti y el boom de los stickers.
Hoy, uno de sus muros más famosos se puede observar en la Contraloría de la Ciudad de México, con el nombre de “Mexico: Cultura y Sociedad que renace” el cual se inspira en el Sismo ocurrido en la Ciudad de México el pasado 19 de septiembre del 2017.
Los comienzos de Seher One
A los 18 años tuvo que abandonar el arte para trabajar, sin embargo esto lo hizo retomar su pasión con más fuerza y un año después regresó a la preparatoria donde tenía la visión de estudiar Ingeniería Industrial, hasta que un maestro le vio el potencial para el Diseño por lo que le sugirió que se inscribiera a la Escuela Nacional de Artes Plásticas y así lo hizo.
A partir de ese momento sus dibujos en papel pasaron a ser de mayor tamaño hasta plasmarlos en grandes muros.
El sello de Seher One está en traslapar formas orgánicas y geométricas, así como contrastar la vida con la muerte, todo esto a través de una gama cromática electrizante.
Una de sus grandes influencias es el muralista Jorge González Camarena, sin embargo como representante del nuevo muralismo Seher opinó para Muros Somos:
Neo-muralismo
«Para que sea muralismo, debe cumplir un fin específico y cerrar un ciclo de comunicación propio donde el espectador pase, lo vea y lo entienda sin necesidad de que el artista esté ahí explicando de qué va su obra».
Seher también confesó a pesar de que vivimos en la era digital, está influenciado por las antiguas ilustraciones a mano que se hacían en los 50 y 60, así como la animación hoja por hoja y el cómic.
Por último Seher expresó que su principal objetivo en su obra es detonar emociones, por medio del color, el movimiento y las formas.
«El lenguaje que normalmente utilizo gráficamente habla mucho sobre naturaleza y lo que transmite son ciclos de vida»…
«Me gusta creer que las cosas son como las que sabemos que son, un conjunto de átomos que se juntan, forman cosas más figurativas pero se pueden desintegrar y soltar pequeños átomos que se vuelven a juntar y a seguir».
«Lo que quiero transmitir es que hay vida pero también hay muerte. Y de la muerte también puede hacer vida. Es un ciclo eterno y siempre está en constante movimiento. Todo el universo y todo el tiempo todo se está moviendo».