¿Cómo hacían los mexicas para llevar la cuenta de los años? ¿Existió una computadora prehispánica? Conoce la historia del Nepohualtzin.
Los cálculos son la base para que una cultura alcance el esplendor de una civilización. Desde los Olmecas se tiene el registro del Nepohualtzin, palabra proveniente del náhuatl ‘Nepohual’ (la cuenta) y ‘tzintzin’ (lo venerable o relevante) lo que significa “la cuenta relevante”.
Este instrumento era usado como una computadora manual con la que nuestros antepasados sumaban, restaban, multiplicaban y dividían. Además, con él hacían operaciones más complejas de forma mental sin tener que recurrir al lápiz o papel. Su importancia era tal que este conocimiento fue traspasado a otras culturas de Mesoamérica como los Aztecas y Mayas.
Esta tecnología ancestral explica la magnitud de los conocimientos que poseían nuestros antepasados, y cómo era posible que lograran cálculos tan exactos del universo, lo que les permitió contar el tiempo en años, días y períodos para fijar el ciclo agrícola, comprender fenómenos de la naturaleza al observar que cada 29 días y medio se observa la Luna más grande, y que después de cierto tiempo hace calor, luego llueve y después hace frío; o por ejemplo que el Sol aparece a diario por el Oriente hasta ocultarse por el Poniente y hasta los ciclos de menstruación de las mujeres.
Este sistema de cuentas prehispánico era parecido a los ábacos orientales, algunos hallazgos han revelado que se usaban en forma de hermosos brazaletes. También se han encontrado representaciones de su diseño en collares, grecas, pirámides, observatorios astronómicos y esculturas monumentales. Su uso se enseñaba en el Kalmekakal a estudiantes dedicados en llevar las cuentas de los cielos desde la infancia.
El sistema de numeración de Mesoamérica era vigesimal, basado en el número 20, en vez de la base 10 usada actualmente. Para nuestros antepasados, la cuenta de 20 a 20 era completamente natural, por el simple hecho de que el uso de los huaraches les permitía contar con todos sus dedos y esta cantidad significaba para ellos un ser humano completo.
El poder del nepohualtzin
El Nepohualtzin es un conjunto de cuentas alineadas en 13 hileras, en cada una de estas hay siete cuentas y en total tienen 91 cuentas, número que es la cuarta parte de 364, o sea una estación del año y dos veces 91 son 182, que es el ciclo del maíz, a partir de su siembra y cosecha; y tres veces 91 da 273, el número de días de gestación de un bebé; y cuatro veces 91 es completar un ciclo y formar un año. Lo sorprendente de la concepción integral del Nepohualtzin es que se pueden lograr cálculos infinitesimales con absoluta precisión con cantidades en el rango de 10 al 18.
Este instrumento es una muestra más de que las culturas prehispánicas se adelantaron a su tiempo y su conocimiento puede ser aplicado hasta el día de hoy. Su manejo exige un proceso mental activo, que estimula la memoria y capacidades de abstracción muy diferentes a memorizar. De allí la importancia de la manipulación del Nepohualtzin.
Una referencia que podemos mencionar es el caso de Japón, país que enseña el uso de la Soroban (ábaco) durante los 6 años de primaria y prohíbe el uso de computadoras y calculadoras hasta la secundaria, a pesar de ser el mayor productor de estos.