Existían muchos símbolos que eran respetados por todos en la región mexica, uno de ellos era el Ollin, que era la representación de la deidad ominipresente en todo lo que existe y está relacionada con el movimiento permanente.
De esta manera representaban a la fuerza máxima que regula la vida muy probablemente provenientes de otra dimensión que no vemos pero está alí.
Hay varias vertientes sobre donde proviene la raíz o de la que se deriva como “pelota” y “hule”, por lo que se relaciona a “moverse en redondo”, acción que significa un ciclo. También se puede traducir como “terremoto” ó “temblor”.
En este sentido como movimiento de la tierra está relacionado a la cuenta del tiempo al ser el nombre del decimoséptimo signo de los días, así como en la Piedra del Sol o mejor conocido como el Calendario Mexica representación de la era del Quinto Sol.
Ollín en la piedra del sol
En este enorme monolito, clave para entender la cultura mexica, el Ollin ocupa un lugar preponderante al estar ubicado en el centro al rededor de Tonatiuh, la deidad del sol de la quinta etapa del mundo. Aquí es representado con cuatro glifos.
En el símbolo de Ollin, tiene contenido los cuatro soles o eras de la humanidad y en la que actualmente vivimos, que es quinto sol, es decir, en el centro del ollin.
El Quinto Sol
Nahui Ollin es otra forma de llamar a este símbolo relacionado con el deber ser. Nahui se traduce como “cuatro” y Ollin se traduce como “movimiento” o “movimiento”.
Las cuatro fuerzas primordiales del universo predominaron en su respectiva edad o sol: agua, tierra, fuego y aire. La oposición entre esas fuerzas cósmicas, dio como resultado varios cataclismos que acabaron con cada una en su momento.
Es en la quinta era cósmica que se dio una cierta armonía, y que no el prevaleció ninguna de las anteriores. El tiempo en esta quinta edad está sometido a la influencia sucesiva de cada uno de los 4 rumbos del universo, como una especie de síntesis armónica.
Cuando terminó el cuarto sol, Nahui Ollin emergió “de la materia remanente de una era anterior de la humanidad”. Se cree que Quetzalcóatl viajó al Mictlān (inframundo o tierra de los muertos) para recolectar huesos de la era anterior e iniciar un proceso de renacimiento de la humanidad después de su catastrófico final anterior.
Según las fuentes que describen la creencia azteca, el quinto mundo también será destruido a través de una serie de terremotos catastróficos o un gran terremoto que conducirá a un período de hambruna y oscuridad.
Ollin ha sido descrito como compuesto de cuatro (Nahui) conceptos, Tloke (“lo que está cerca”) o el principio de generación, Nahuake (“lo que está cerrado”) o el principio de congregación, Mitl (“flecha” o “dirección “) o el principio de desplazamiento, y Omeyotl (“doble esencia”) o el principio de integración.
También se describe que Nahui Ollin se refiere a las cuatro direcciones, aunque no se limita a estas direcciones de manera estática o rígida.
Estudiosos lo afirman como el “como movimiento cósmico, ollin es todos los movimientos a la vez que son a la vez ordenados y caóticos. Paradójicamente, desafía la comprensión humana incluso cuando motiva todo movimiento humano”.
En esta representación los antiguos mexicanos plasmaron las fuerzas contrarias entrelazadas, pero en el centro de esa unión, en ese espacio vacío es donde se concentra la densidad infinita donde todo está sin aparecer.
El eje del cual parten los 4 rumbos del universo y su centro representa el punto justo de encuentro entre el cielo y la Tierra, el tiempo y del espacio.
La divina dualidad de las cosas
El Nahui Ollin es un concepto fundamental en la cosmología azteca/mexica, una guía para la vida y las decisiones cotidianas. El objetivo es luchar constantemente por el equilibrio, incluso cuando hay lucha.
El Nahui Ollin se compone de ideologías aztecas tradicionales, incluidos los conceptos de Tezcatlipoca, Quetzalcóatl, Huitzilopochtli y Xipe Totec. Este se utiliza como un método de enseñanza culturalmente sensible y, en última instancia, apoya el desarrollo de la armonía y el equilibrio de la mente, el cuerpo, el espíritu y la comunidad.
En el mundo antiguo todo tenía un balance una contraparte que garantizaba esa armonía. Sus deidades tenían un pareja con las que se le constraba por ejemplo
Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl
Sin embargo en el centro pusieron a ese principio creador de esa dualidad “contraria” o equilibrante, complementadora.
Otras representaciones de Ollin
Una flor de 4 hojas, es una alegoría o símbolo del movimiento, relacionada a Quetzalcóatl, quien al alcanzar la sabiduría se inmoló y su corazón se volvió un haz de luz que subió al cielo, transformándose en un astro: Venus.
Durante el ciclo vital, el corazón, cuyo símbolo es también el Nahui Ollin, debe alcanzar su florecimiento, es decir, debe llegar a ser un “corazón florido”.
La presencia de Nahui Ollin también se manifiesta en el manto de la virgen de Guadalupe, que además aparece sistemáticamente.