En el México antiguo existían los espíritus del alcohol llamados Centzon totochtin, en español los 400 conejos, hijos de la deidad del maguey Mayahuel, cada uno con su propia personalidad y dependiendo del comportamiento de quien tomaba sería del conejo que lo dominara.
El maguey fue una planta muy venerada en tiempos prehispánicos debido al aguamiel que guarda en su centro el cual es rico en nutrientes y que al fermentarse produce lo que conocemos como pulque. En la mitología a esta planta se le concebía como la diosa Mayahuel y a quien se le adjudica haber descubierto la manera de raspar y succionar el maguey para obtener el sagrado líquido
La leyenda de Mayahuel, deidad creadora del maguey
De Mayahuel nacieron los 400 conejos a quienes alimenta con sus 400 pechos, símbolos de la fertilidad, sus hijos representaban un nivel de fermentación y estado de embriaguez diferente. Así podía aparecer el conejo melancólico, el triste o el cantador, entre una infinidad de estados que el octli podría inducir.
En tiempos prehispánicos a esta bebida en náhuatl se le llamaba Octli; sin embargo el término Pulque lo introdujeron los españoles de un vocablo de las islas del Atlántico que significa “podrido” aludiendo al proceso de fermentación.
Los mexicas sabían que para obtener este sagrado alimento se debía sacrificar la vida del maguey, por lo que el aguamiel se relacionaba con otros líquidos sagrados como la sangre, el semen, la leche materna y el agua.
Pictóricamente el pulque fue representado por los mesoamericanos en jarras y jícaras, con espuma en el borde y algunas veces con un símbolo lunar.
Los conejos, el pulque y las fases de la luna
Al conejo, los mexicas lo consideraban un pequeño animalito muy desinhibido y prolífico sexualmente, características que al embriagarse con el pulque las personas adquieren.
Vieron su figura plasmada en la luna. Sin embargo conocían que el influjo del astro sobre el líquido vital del agua contenida en toda la vida del planeta era poderoso.
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Así que en base a esto relacionaban las fases de la luna para saber el momento exacto para extraer el aguamiel, conocimiento que aún hoy se sigue tomando en cuenta para el cultivo del maguey y la producción del pulque.
En Mesoamérica se representó a la Luna como una inmensa olla llena de pulque la cual a medida que pasan los días, va derramando su líquido sobre la tierra fertilizándola y a veces tenía un conejo o un cuchillo de pedernal dentro.
Por lo tanto Meztli (Luna en náhuatl) se convirtió en la regente de estas deidades y los sacerdotes que representaban a estos sagrados conejos en las ceremonias eran investidos con el símbolo por excelencia del astro: la yacametztli (nariguera lunar).
Algunos de estos conejos tenían su nombre como Tepoztécatl, Cuatlapanqui, Tilhua, Papaztactzocaca que se le consideraba los creadores del arte de hacer el pulque como ahora lo conocemos y que según crónicas precolombinas ocurrió en el monte llamado Chichinahuia Popoznaltépetl, ubicado en la Huasteca.
Otro conocido de los 400 conejos era Pantécatl, a quien se le relacionaba muy cercano a Mayahuel, incluso se dice que era su esposo, y se le reconocía el haber descubierto cierta raíz con la que se fermentaba el aguamiel.
Ome Tochtli, era otro nombre destacado, los sacerdotes que precedían sus fiestas eran llamados así. También parecen en los códices y en las fuentes escritas son , Tezcatzóncatl, Tlacolteotl , Yauhtécatl, Izquitécatl, Pahtécatl y otros más.
Las varias y singulares formas que tenían los hombres de embriagarse eran atribuidas a los muchos dioses del pulque que según se creía poseían a los ebrios:
“Cuando algunos se embriagan, uno llora mucho, y alguno riñe con la gente, grita a la gente. De quien grita a la gente o llora, se dice: ‘Es como su conejo’”. según dicen los escritos de Sahagún.
La fiesta de los dioses del pulque
A los dioses del pulque y les dedicaban una ceremonia cada 260 días para honrarlos. El nombre del octavo día del ciclo ritual del calendario mexica era “conejo”, cuya patrona era Mayahuel, diosa del maguey o “planta centenaria”.
El calendario mexica se basaba en la rotación de los números 1 al 13 y constaba de 20 signos para los días. Cada uno de estos con su propia deidad en particular, que ejercía una influencia decisiva sobre a los nacidos en su día a lo largo de la vida, por lo que se creía que quien nacía en un día tochtli (conejo) sería borracho toda su vida, pues era su destino.
En el día a Ometochtli se realizaba la fiesta más importante del pulque en la que todos podían beber, incluidos los ciudadanos comunes (macehuales), pues en la época prehispánica estaba prohibido embriagarse, o sea, tomar más de cinco jícaras de pulque.
Asimismo en esta fecha estaba prohibido insultar a los borrachos, ya que se podía afectar a la deidad del pulque que los poseía; por lo tanto, las transgresiones de las personas ebrias eran a menudo perdonadas, ya que se consideraba que los culpables no eran dueños de sus actos en estos momentos.
En otro tipo de celebraciones el sagrado octli sólo era bebido por sacerdotes y gobernantes, así como por los guerreros, quienes podían tomar la bebida antes de entrar a la guerra, sobre todo en la guerra florida, en la cual era un honor morir.
Igualmente a los cautivos destinados al sacrificio se les daba de beber un pulque especial que se combinaba con hierbas que solo conocían los sacerdotes, llamado teoctli o pulque de los dioses. En ese momento el sacrificado era una divinidad.
En la fiesta al dios del pulque colocaban su imagen en el templo, le ponían ofrendas de comida, danzaban para él y le tocaban música de flauta. Asimismo, en el centro del patio se encontraba una gran tinaja, la ometochtecómatl, llena de pulque de la cual podían beber los ancianos, las ancianas y los guerreros hasta hartarse, utilizando un popote para succionar el líquido, debido a que estas personas eran susceptibles a morir en cualquier momento.
Los Centzon totochtin también eran invitados en otras fiestas de las veintenas, específicamente en las de siembra y cosecha, en las que se ofrendaba el licor sagrado y en las que, también, se permitía beberlo a todo el pueblo.
Sin embargo en los días comunes los borrachos sufrían una reprobación social e incluso algunas leyes que los castigaban con apedreamiento.
Recordemos que otro mito del descubrimiento de esta bebida se remonta a la mítica Tollan (hoy Tula de Allende, en Hidalgo), cuando Quetzalcóatl fue engañado por su hermano Tezcatlipoca para que lo bebiera y se volcara en placeres carnales, lo que le produciría gran vergüenza al sacerdote y lo hiciera partir de su tierra que gobernó con tanta sabiduría y prosperidad.
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