Las mariposas son muy especiales en México, desde tiempos de los pueblos originarios han apreciado su belleza y el valor que aportan a la naturaleza y a nuestro mundo. En esta ocasión te contaremos la leyenda entorno a ellas.
Su nombre en náhuatl era “papálotl”, mientras, los purépechas la llamaron Kolombrini parakata y los otomí tümü.
Mexicas, mixtecas, toltecas, zapotecas y teotihuacanos le dedicaron muestras de honor y admiración, estos últimos erigieron un recinto llamado “Palacio Quetzapapálotl” del náhuatl quetzalli-papálotl: “Mariposa-quetzal, mariposa de plumas, mariposa preciosa”, proviene del motivo principal que decoraba las columnas del Patio de los Pilares en el Palacio de Quetzalpapálotl: un pájaro mitológico con cuerpo de mariposa.
La leyenda de las mariposas está relacionada al fenómeno de la migración de las mariposas monarcas desde Canadá a México, siendo el insecto que hace una migración tan larga (4,000 km) en tan corto tiempo, para pasar la temporada de invierno, haciendo un espectáculo increíble en los bosques de oyamel de Michoacán y el Estado de México.
Este suceso ocurre entre octubre y noviembre hasta marzo de cada año, y su llegada anunciaba la llegada de las almas de nuestros ancestros al mundo de los vivos.
Su color se relacionaba al fuego, su resistencia para enfrentar adversidades a la guerra y fue relacionada al símbolo de movimiento del Sol Nahui Ollin.
En la creencia mazahua y purépecha, las almas de los seres amados regresan encarnados en hermosas mariposas monarcas. En el Estado de México y Michoacán las reciben con ofrendas de cera y copal. Asimismo, se deberían observar en silencio, ya que su aleteo susurraba el mensaje de las personas fallecidas.
Otra creencia viva en estos estados apunta a que los muertos viajan en las alas de las mariposas y es así como llegan hasta los altares.
También, las culturas originarias las relacionaron a encarnaciones de los espíritus que cubren el cielo y mensajeras del bosque.
Leyenda de las mariposas guerreras
En el México originario las mariposas eran los guerreros muertos en batalla o sacrificios, así como de héroes y personas que se habían ganado su lugar en el cielo, como las Cihuateteo, mujeres muertas en el parto. Estas almas se transformaban después en colibríes de rico plumaje y en mariposas.
“Si ves una de estas Mariposas en Día de los Muertos, procura guardar silencio, porque su aleteo trae un mensaje para ti, de tus seres queridos”.
Papálotl y Xochiquetzal
La mensajera del bosque fue relacionada a Xochiquetzal, señora de las flores y la primavera, la leyenda cuenta que debes susurrar tu deseo a papálotl es el único ser vivo que podrá decírselo a la diosa, ella se elevara al más alto de los cielos, y tu deseo será concedido en agradecimiento de su libertad.
El lado oscuro: la mariposa de obsidiana
La mariposa era también una poderosa deidad del panteón mexica que llevaba el nombre de Iztapapálotl o mariposa de obsidiana. En la cultura chichimeca era una de las señoras más importantes, madre de uno de sus principales deidades, Mixcóatl, señor de la caza.
Los mexicas la respetaban y temían por sus advocaciones relacionadas a los sacrificios, en sus alas portaba navajas de obsidiana y tenía apariencia de esqueleto.
La obsidiana o vidrio volcánico, que portaba en sus alas tenía un fuerte vínculo a la tierra y al inframundo, pero también a la regeneración y purificación de las almas a través del autosacrificio y el desmembramiento de víctimas en los sacrificios humanos.
Los artículos elaborados con obsidiana también tenían un nexo con la adivinación o podían ser usados como amuletos protectores. Cuando esta roca era pulida y quedaba tan brillante como un espejo, se creía que era el alma cristalizada que había caído del cielo.
También es considerada una de las principales Tzitzimime, mujeres demonio que representaban a las estrellas y que descendían a la tierra para devorar a los seres humanos sobre todo durante los eclipses de Sol.