La Ciudad Prehispánica de Teotihuacán fue uno de los centros urbanos más grandes del mundo antiguo, sin embargo hasta hoy su historia esta rodeada de misterio sobre sus habitantes.
Es por eso que artistas como David Romero intentan recrear cómo pudo lucir la ciudad de una de las sociedades mesoamericanas más influyentes en los ámbitos político, económico, comercial, religioso y cultural.
Se dice que llego a tener una población mayor a los 100,000 habitantes en su momento de máximo esplendor y estaba situada en un valle rico en recursos naturales.
Aunque en los últimos años del siglo XX se popularizó una traducción del náhuatl de Teotihuacán como “el lugar donde los hombres se convierten en dioses”, el INAH aclaró que varios estudiosos consideran que los pueblos que arribaron a ese sitio, después del siglo VIII, ya que estaba abandonado, lo nombraron Teo uacan, la “Ciudad del Sol”.
Dado que el vocablo original alude a que “ahí se nombraba al Sol, el legítimo gobernante”.
Teo uacan, la “Ciudad del Sol”
Los monumentos que destacan en Teotihuacán son La Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna y La Ciudadela, el Templo de la Serpiente Emplumada, la Calzada de los Muertos, el Palacio de Quetzalpapálotl y los conjuntos residenciales que la flanquean.
Así como 4 conjuntos departamentales con importantes ejemplos de pintura mural, como son Tetitla, Atetelco, Tepantitla y La Ventilla, además de otros 2 conjuntos de corte habitacional denominados Yayahuala y Zacuala.
La recreación de David Romero se basa en datos conocidos con una dosis de especulación sobre aspectos del sitio que aún están sujetos a debate.
Se sabe, por ejemplo, que las pirámides fueron coronadas por templos, pero no se sabe cómo eran, también se supone que la mayoría de las paredes estarían decoradas de forma ornamentada.
La evidencia arqueológica descubierta en el Valle de Teotihuacán revela que durante el período Clásico se desarrolló una de las sociedades urbanas más complejas de toda Mesoamérica, la cual estuvo altamente estratificada, ampliamente especializada y conformada por diversos grupos étnicos.
Para los pueblos que precedieron como los mexicas, Teotihuacán, tuvo un significado sagrado, ya que según fuentes históricas los aztecas y sus gobernantes llegaron a estas ruinas para orar y celebrar ritos.
Cabe destacar que desde 1987 tiene el reconocimiento de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.